Citas mayores

"Revelar fotos nunca ha sido lo mío. Tengo amigos que lo hacen, en los que confío. Lo que me interesa es el disparo".
Henri Cartier-Bresson

8/17/2007

Viejos amigos





Este año Vox Dei está de fiesta. Willy Quiroga (voces y bajo) y Rubén Basoalto (voces y batería) cumplen 40 años con la música. Sin olvidarnos, por supuesto, de Carlos Gardellini que hace ya 17 años que es el "nuevo" guitarrista de la banda.
Muchos han sido los homenajes al rock nacional. La mayoría, creo yo, fueron innecesarios (como "Escúchame entre el ruido"). Sin embargo, este año, una de las bandas que ha sido parte de esta historia, cumple 40 años con la música. Vox Dei no tuvo mejor idea que festejar este cumpleaños con dos conciertos a teatro lleno, recorriendo sus mejores temas de todas las épocas. Además, aprevocharon la oportunidad para presentar su último disco "El camino".
Lo curioso, es que este albúm es independiente y, a pesar de eso, han logrado tener una gran difusión y, como dije antes, juntar casi 3 mil personas en dos funciones en el Teatro Coliseo (la primera el 7 de julio y la segunda el 10 de agosto).
"Nosotros estamos tocando todos los fines de semana, presentando el resultado de 35 años de trabajo. Vox Dei no está ni en la cresta de la ola ni está para hacer el Opera o el Gran Rex. Pero donde vamos la gente nos va a ver."
Willy Quiroga, año 2002

La actualidad, dice completamente lo contrario. La impecable voz de Quiroga, las zapadas interminables, la grandeza de Gardellini en la guitarra y la locura de Basoalto hicieron de este cumpleaños una gran fiesta que duró casi tres horas. Vox Dei también estuvo acompañado por un trío de cuerdas (en donde Quiroga se repartió entre la guitarra acústica y un organo) y por la sorpresa de la noche, el Chizzo de La Renga se hizo presente para tocar tres temas de versiones bluseras (una de ellas fue Azúcar Amargo).
Los "amigos" de Vox Dei (como llama Quiroga a sus seguidores) vivieron los últimos 20 minutos del show fuera de sus asientos, gritando, saltando y aplaudiendo al pie del escenario (algunos de ellos se atrevieron a subir y saludar a los músicos), para terminar con Presente, una de las mejores canciones del rock nacional.